Ser madre puede ser uno de los roles más estresantes en la vida. Según un estudio del Reino Unido, el 68% de las mujeres y el 57% de los hombres con problemas de salud mental son padres, y la ansiedad es la más común durante el embarazo y después de dar a luz. Tener que cuidar a pequeños humanos requiere tanto tiempo, energía y recursos que puede ser difícil prestar atención a tus propias necesidades y reconocer cuándo necesitas atención. Pero si no te cuidas, tendrás muy poco que dar a tus hijos.
Entonces, ¿cómo te cuidas exactamente? El cuidado personal es más que un baño caliente de burbujas o una copa de vino al final del día: necesitas producir ritmos duraderos y sostenibles en tu vida para que no te quemes. Aquí hay algunas estrategias, sin ningún orden en particular, para comenzar hoy a practicar un buen cuidado personal:
Conozca Tus Límites
Como mamás (y a veces papás), sentimos que es nuestro deber "hacerlo todo" con respecto a nuestro hogar: cocinar las 3 comidas, lavar la ropa, preparar a los niños para la escuela y llevarlos a todas sus actividades, lavar los platos ... etc. Ponemos tanta presión sobre nosotras mismas para ser las esposas y madres perfectas y no dejamos espacio para nuestros propios defectos o limitaciones. Esto nos lleva a pensamos que hemos fallado si no tenemos la energía para hacerlo todo o tal vez simplemente no querer hacerlo. Nos comparamos con otras madres que parecen estar haciéndolo todo perfectamente y disfrutándolo al mismo tiempo.
Pero esta no es una imagen realista de la maternidad. En realidad, todas tenemos limitaciones y ninguna de nosotras es capaz de hacerlo todo, incluso si aparentamos como que somos perfectas a los demás. Decide lo que te sientes capaz de hacer durante el día, y deja que eso sea suficiente. No seas dura contigo misma por ser humano. Serás mucho más productiva y eficiente cuando sepas cuándo parar.
Escucha Tu Cuerpo
Una forma en que podemos comenzar a reconocer nuestros límites es escuchando nuestros cuerpos. Nuestros cuerpos nos avisan cuando necesitamos reducir la velocidad y descansar. Presta atención a estas señales de agotamiento:
1. Dolores de cabeza
2. Fatiga
3. Dificultad para concentrarse
4. Irritabilidad
5. Ansiedad
6. Insomnio
Esta no es una lista exhaustiva, y tu conoce mejor tu propio cuerpo, pero si comienzas a experimentar alguno de estos síntomas, es importante dar un paso atrás y evaluar lo que está sucediendo. Nuestros cuerpos tratan de decirnos cosas, pero con demasiada frecuencia las ignoramos y seguimos esforzándonos en nuestro propio detrimento.
Una vez que comenzamos a escuchar nuestros cuerpos, podemos determinar lo que necesitan, tal vez una siesta, una ducha o una larga caminata en el parque. Si podemos notar las señales más temprano que tarde, entonces podremos tomar el tiempo que necesitamos para reponernos y recargarnos.
Priorizar
Otra forma de asegurarnos de que nos estamos cuidando bien y respetando nuestras propias limitaciones es priorizando las tareas. Si la lista de cosas que hay que hacer en el día es más larga de lo que sabemos que podemos hacer, necesitamos elegir las tareas que son las más importantes y dejar el resto para otro día. Aprender esta habilidad puede ser un desafío al principio, pero con la práctica, aprenderemos a trabajar de manera más inteligente en lugar de más difícil priorizando las tareas. Entonces podremos estar más presentes con nosotras mismas y nuestras familias al final del día, aun cuando algunas cosas no fueron completadas.
Has una lista de lo que más valora en su vida, y luego has una lista de todas las cosas que estás haciendo actualmente, y mira si tus tareas diarias actuales reflejan tus valores. Esto te ayudara a decidir qué tareas deben eliminarse o proveer mas atención para que ambos tus valores y actividades se alineen.
Delegar
¡Es cierto que algunas cosas tienen que hacerse ya!, pero ¿qué hacemos cuando no tenemos la energía, el tiempo, o los recursos? ¿Cómo practicamos un buen autocuidado en estas situaciones? ¡Podemos delegar!
Considera las tareas y quehaceres que realizas regularmente y decide cuál de ellas podría ser hechas por otro miembro en la familia. Puedes dividir las tareas domésticas entre los niños mayores o contratar a un jardinero para que cuide el patio. Es cierto que esto tomara tiempo para entrenar a tus hijos o esposo o costar algo de extra de dinero, pero vale la pena para tu bienestar. Si intentas hacer todo sola, inevitablemente fracasarás y te agotarás en el proceso, así que reconoce con qué necesitas ayuda adicional y reúne a tu gente.
Sírvete de Una Taza Llena
Estas herramientas pueden ayudarte a liberar algo de tiempo para ti. ¿Qué puedes hacer para recargar tu banco emocional? Reflexione sobre tus necesidades mientras toma su café o té y has una lista de cosas que disfrutarías.
No cedas a la mentira cultural que te dice que tienes que "hacerlo todo" para ser una buena madre. La verdad es que tu serás la mejor mama para tus hijos cuando primero te cuides bien. No se puede verter de una taza vacía. Usa estas estrategias de cuidado personal para ser la mejor versión tuya que puedes ser y puedas derrame de una taza que está desbordada.
Resources
Commenti