Nadie nos da un manual para la crianza de los hijos, tenemos que descubrir la mayoría de las cosas por nosotros mismos a medida que nuestros hijos crecen. Y una de las cosas más difíciles de averiguar es cómo disciplinar a nuestros hijos cuando están fuera de línea. Podemos sentirnos tan perdidos cuando su comportamiento parece fuera de control, y a veces todos los consejos bien intencionados y los libros de crianza no nos ayudan. Entonces, ¿cuáles son algunas estrategias simples que podemos implementar para ayudar a nuestros hijos? Aquí hay algunas ideas, pero recuerda que tu conoces mejor que nadie a tus hijos, así que solo usa las estrategias que creas que les ayudarán más.
Modelar
Modelar es demostrar a tus hijos los comportamientos apropiados que deseas que ellos demuestren. Es realmente tan simple como parece. Tus hijos quieren ser como tú, y te observan de cerca. Por lo tanto, si estás exhibiendo malos comportamientos, es probable que también los exhiban. Todos hemos visto al niño que repite una mala palabra que dijo su padre, y aunque puede ser gracioso, debería ser una advertencia de que los niños son muy impresionables, por lo que debemos tener cuidado con lo que hacemos y decimos a su alrededor. Si estás notando que tu hija está luchando con un comportamiento, considera formas en que puedes modelar cuál es la forma adecuada de comportarse. Se paciente y continúa modelando el comportamiento apropiado para ella.
Refuerzo positivo
Los niños (¡y los adultos!) responden bien a la positividad. Así como te sientes bien cuando te dan un ascenso en el trabajo por tus contribuciones, a los niños les encanta que les digan cuándo están haciendo algo bien, y eso refuerza su buen comportamiento. Algunos métodos de refuerzo positivo incluyen:
praise
Elogios: elógialos cuando hacen algo bueno o correcto. Por ejemplo, decir "¡Me gusta cuando haces tus oficios y los terminas antes de ir a jugar!" cuando tu hijo hace sus oficios antes de irse a jugar con sus amigos.
Afirmación: similar al elogió, las palabras de afirmación y aliento reforzarán el buen comportamiento. Por ejemplo, decirle a su hija lo bien que se ve cuando se pone su ropa por ella misma en la mañana.
Recompensas: ofrece recompensas por comportamientos deseados, como algo de dinero por los quehaceres lo cual pueden ahorrar para comprar algo que quieran la próxima vez en la tienda o el super.
Atención: dales toda tu atención y será menos probable que se comporten mal y lo más probable es que quieran complacerte.
Afecto: muéstrales que estás orgullosa de ellos con muchos abrazos, besos y tiempo de juego juntos.
Consecuencias
En el lado opuesto a los refuerzos positivos, las consecuencias deben aplicarse cuando los comportamientos no deseables continúan. Muchas mamás quieren evitar dar consecuencias negativas a sus hijos, pero si no experimentan consecuencias negativas, no estarán motivados para practicar los comportamientos esperados. Las consecuencias deben ser proporcionales al comportamiento y a la edad del niño. Antes de que ocurra cualquier conflicto, decide las consecuencias apropiadas dependiendo del comportamiento. Por ejemplo, un niño pequeño que golpea a su hermana puede recibir un tiempo de espera (time-out) como consecuencia, mientras que un adolescente que llega a casa borracho requeriría consecuencias más graves, como que le quiten las llaves del automóvil por un tiempo.
Asegúrese de explicar las consecuencias a su hija o adolescente con anticipación, antes de que ellos se involucren en el comportamiento, para ayudarlos a comprender que la consecuencia depende de sus elecciones. Esto te ayudará a manejar la crisis con más confianza y calma. Recuerda que tus hijos no son tú y no son adultos. Se están desarrollando, aprendiendo cómo funciona el mundo y aprendiendo su lugar en el mundo. Necesitan paciencia y ayuda para entender por qué esperás un mejor comportamiento. Una vez que tenga sentido para ellos, estarán dispuestos a cooperar. ¡Evita los gritos y las repeticiones!
Dales Dos Opciones
¿te encuentras en situaciones en los que tu hija simplemente no escucha y se resiste a tu instrucción? Evita la lucha del poder dándoles dos opciones diferentes. Por ejemplo, en lugar de decirle a tu hija qué zapatos usará para el día, lo que podría causar una rabieta, dale dos opciones de zapatos que sepas que le gustan y deja que ella tome la decisión. Otro ejemplo es la comida: si tu hijo te da dificultades para comer sus verduras, puedes observar qué verduras ha demostrado interés y darle 2 opciones de verduras para comer en función de esas observaciones. Dar opciones a los niños los hace sentir más en control y, a su vez, producirá un mejor comportamiento. A largo plazo les estas enseñando a controlar sus impulsos y tomar decisiones.
Pasar Tiempo Juntos
Tal vez la mejor manera de aplicar el buen comportamiento y las habilidades para la vida en los niños es simplemente pasando tiempo con ellos. Cuando los niños saben que son amados y apreciados, es mucho más probable que actúen de manera positiva. No tienes que hacer nada grande o emocionante, solo haz algo junto con ellos. Puede llevarlos al parque, cocinar, colorear, comer juntos o incluso hacer los quehaceres domésticos con ellos. ¡Piensa en actividades que te ayuden a conectar con tus hijos, y hazlas!
¡Nunca Te Rindas!
Ya sea que estés al final de tu cuerda con los comportamientos de tus hijos o simplemente estás buscando formas de ser una mejor mamá, estas estrategias pueden ayudar a tu familia a prosperar. Lidiar con los malos comportamientos puede ser agotador, pero mejorarán con el tiempo con persistencia y paciencia de tu parte, así que no te rindas, tus hijos serán mucho mejores y te lo agradecerán en el futuro.
Tal vez sientas que no recibiste una buena crianza de tus padres y, en consecuencia, la crianza de los hijos no es algo natural o fácil para ti. Admitir que necesitas apoyo y buscar ayuda también es una forma honorable de mejorar como crías a tus hijos. Estamos aquí para ayudar y guiarte, no necesitas hacerlo sola!
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