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Examinando tu Estilo de Crianza para Ser Una Mejor Mamá


Por mucho que queramos ser las mejores madres para nuestros hijos, desafortunadamente nuestro propio equipaje a menudo establece el tono de cómo los criamos. Ya sea la forma en que fuimos criados o una forma de hacer frente a nuestro propio dolor desde la infancia, tendemos a caer en uno de los cuatro campos cuando se trata de la crianza de los hijos. Aunque nos encantaría contener nuestros propios problemas para que nunca se filtren a nuestros hijos, inevitablemente lo hacen, por lo que tenemos que prestar mucha atención a cómo interactuamos con ellos y les damos forma todos los días. Por supuesto, no somos perfectos y a menudo afectamos a nuestros hijos de maneras que no queremos hacer, pero podemos comenzar a trabajar intencionalmente para lidiar con nuestros propios miedos y heridas para que podamos apoyar mejor a nuestros hijos. Entonces, ¿cuáles son estos cuatro campos, o estilos de crianza, según la psicóloga clínica Diana Baumrind?


1. Autoritaria

Un estilo de crianza autoritario es como suena, solo se trata de las reglas. Si la hija rompe las reglas, es castigada. No estás interesada en el refuerzo positivo o las áreas grises, y tus hijos tienen que hacer lo que les digas, sin hacer preguntas. No hay explicaciones de por qué les estás diciendo que hagan algo, y no se permiten ninguna excusa de su parte. Es esencialmente una dictadura y una relación unilateral. No es sorprendente que los niños que crecen con padres autoritarios pueden desarrollar mucha inseguridad e ira. Puede que se comporten bien, pero también es probable que se resientan contigo en secreto, y pueden entrar en comportamientos negativos una vez que ya no están bajo tu cuidado. Si crees que puede ser que eres una madre autoritaria, hazte estas preguntas:


1. ¿Por qué siento una necesidad tan fuerte de controlar a mis hijos?

2. ¿Qué está pasando en mi vida que me hace sentir que no tengo control?

3. ¿Cómo pueden mis problemas de control estar arraigados en mi pasado?

4. ¿Qué temores están impulsando mis reacciones?

2. Permisiva

La madre permisiva puede ser vista como lo opuesto a la madre autoritaria: permiten que sus hijos hagan casi cualquier cosa y todo sin imponer consecuencias. Si eres una madre permisiva, es posible que desees ser vista como la madre "genial" o ser la mejor amiga de tus hijos. Estás más interesada en que les caigas bien a que te respeten. Eres algo así como una alfombra; dejas que tus hijos caminen sobre ti y te convences de que les dejes hacer lo que quieran.

Si bien puedes pensar que estas fomentando la libertad y la independencia en tus hijos, tu falta de disciplina puede hacer que desarrollen un mal respeto por la autoridad, lo que puede conllevar a actúen sin respeto en la escuela y desarrollen otros problemas académicos. Además, tus hijos pueden crecer y tener comportamientos más indulgentes, como comer en exceso porque nunca fueron restringidos cuando eran niños. Si esto suena te parece como el estilo de crianza que estas usando, pregúntate:


1. ¿Por qué tengo miedo de disciplinar a mis hijos?

2. ¿Cómo puedo comenzar a hacerlos mas responsables?

3. ¿Qué habilidades de crianza puedo aprender que me ayudarían a sentirme más segura?

3. No involucrados

El papá o mamá no involucrados no tienen tiempo ni energía para sus hijos: un ejemplo es el "padre ausente" que trabaja todo el tiempo y casi nunca ve a sus hijos porque siempre está en viajes de negocios o tomando con sus amigos. O los niños que son criados por su niñera porque su madre está más interesada en hacerse las uñas y comprar en el centro comercial que pasar tiempo con sus hijos. Estos pueden ser ejemplos exagerados, pero en pocas palabras, usted sabe que usted es una madre no involucrada si sus hijos no son los primeros (o segundos, o terceros...).

Ya sea por razones que puede controlar, como cuánto tiempo está trabajando, realizando actividades de ocio o estando demasiada involucrada en sus propios intereses (por ejemplo, ser voluntario, asesorar a otros, atender la salud o las necesidades personales de los demás, etc.), o por razones que no puede controlar, como problemas personales de salud mental o física, simplemente no tiene la capacidad de ser una madre presente e involucrada. Desafortunadamente, esto puede causar estragos en la vida de sus hijos. Pueden tener problemas con la autoestima y tener problemas de comportamiento y académicos, o tal vez incluso comportamientos de búsqueda de atención para compensar la atención que no recibieron de ti. Si esta descripción te hace reflexionar y consideras que has estado usando el estilo de crianza no involucrada, medita en estas preguntas:



1. ¿Qué es más importante para mí que mis hijos?

2. ¿Por qué no quiero pasar tiempo con mis hijos?

3. ¿Cómo puedo comenzar a edificar mis relaciones con mis hijos?


4. Autoritativa


Aunque "autoritativa" suena muy similar a "autoritaria", pero son completamente diferentes. Si bien los otros tres estilos de crianza son problemáticos, la crianza autoritativa es el estándar de oro de los estilos de crianza: es el equilibrio saludable entre honrar a tu hija y aún así establecer límites claros como madre.

Las madres con el estilo autoritativo entienden que los niños necesitan tanto refuerzo positivo como disciplina. Se relacionan con sus hijos y buscan construir una relación sólida con ellos, para que sus hijos sepan que están seguros y amados, incluso cuando están fuera de línea. Si usted es una madre autoritativa, ¡felicidades!, siga yendo en esa dirección y verá a sus hijos crecer como individuos seguros, felices y exitosos.


Estilos de Crianza Adicionales

Hay algunos estilos de crianza más que los investigadores han identificado después de los hallazgos de Baumrind. Estos incluyen:

1. Consentimiento Excesivo: similar a la crianza permisiva; esencialmente malcriar a un niño en un grado inapropiado, dándole todos los gustos, con poca disciplina o establecimiento de límites. Los hijos de padres de consentimiento excesivo pueden llegar a ser egocéntricos y sobre consentidos.


2. Crianza De Helicóptero: estos son los padres que son sobreprotectores; pueden llevar a que los niños se vuelvan demasiado dependientes de las madres y de otros en sus vidas adultas.



3. Crianza Tradicional: esta no es una crianza del occidente. Es la combinación colectiva de crianza autoritaria y autoritativa con un alto valor en la tradición y el respeto a la autoridad; a los hijos de estos padres les va mejor en la escuela y tienen menos problemas de comportamiento en la sociedad.

No te desanimes ni seas muy dura consigo misma si te has dado cuenta de que practicas uno (o una combinación) de los estilos de crianza que son menos ideales, pero usa esa realización como una motivación para resolver tus propios temores, para que puedas ser la mejor madre para tus hijos. Todas nosotras tenemos espacio para crecer y cambiar para mejor, así que concéntrate en dónde quieres estar y cómo puedes llegar allí. Uno de nuestros terapistas profesionales también puede ayudarte en aquellas áreas en las que puedes necesitar apoyo, ya sea un trauma en tu pasado o cambios emocionales y hormonales debido a la depresión o ansiedad posparto. No temas buscar apoyo entre otras madres que lo reciben: ¡la crianza de los hijos es un viaje de por vida, y necesita amigos en el camino!





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